miércoles, 14 de abril de 2010

¿Usuario final?

................................

Hemos asociado el concepto de usuario final en nuestros proyectos web como aquel que nos contrata y paga para desarrollar un producto software, pero olvidamos que realmente el usuario final es aquel que va a hacer uso de dicho producto, entendiendo como producto, un sitio web o una aplicación web, por tanto no deberíamos estar hablando de usuario final, si no, de “consumidores finales”.

Partiendo de esto, recuerdo cuando en la universidad nos decian y nos recalcaban aquello de “programe a prueba de bobos”, pero en la realidad, en el día a día, definitivamente nuestro consumidor no es “bobo”; el acceso a la información, a la tecnología y la facilidad para adquirir conocimientos, ha hecho de nuestros consumidores finales grandes expertos en reconocer sus necesidades en la web.

Ahora “consumidor” es quien consume - valga la redundancia - un recurso inagotable, por tanto, ya no hablaremos de consumidor puesto que en la web los recursos no se agotan al utilizarlos, ¿cómo lo llamaremos entonces?, de ahora en adelante los llamaremos Prosumidores.

¿Quién es el prosumer?, comencemos por entender de dónde viene dicho término; el prosumer es la unión de dos palabras productor y consumidor. La definición del Prosumer surge en 1972 cuándo se comienza a hablar de que el consumidor podría ser también productor de contenido, fue creado por Alvin Toffler y publicado en la obra “La tecera OLA”. Entonces, nuestro Prosumer es quien realmente hace uso de las aplicaciones o sitios web, al final es quien decide si el producto le sirve o no le sirve (usabilidad), es quien accesa de manera adecuada a la información sin importar condiciones de hardware, software, o medio ambiente (accesibilidad).

Si hacemos una retrospectiva sobre cómo usamos internet, de qué manera accedemos a la información y como participamos en la construcción de la misma, nos damos cuenta de que todos somos Prosumer, que hemos evolucionado en el uso de internet que cada vez queremos compartir más información, dejamos de ser espectadores, adquirimos hábitos y cuestionamos acciones.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, podemos ver como nosotros, diseñadores y programadores, debemos cambiar la visión que tenemos respecto a quienes usarán nuestros sitios web o aplicaciones, los usuarios que ahora son prosumer superan las limitaciones de acceso a la información; entienden términos como: correo electrónico, usuario, contraseña, formulario de contacto, prototipo, información pública o privada. Nos enfrentamos entonces a nuevos retos, a satisfacer las necesidades de unos usuarios expertos, a seguir procesos, a pensar en internet realmente como un mundo visto por el mundo y que es accesado por todos.

La invitación es clara para los profesionales de la web, sigamos estándares internacionales, leamos, investiguemos, vayamos un paso adelante de nuestros Prosumer, entreguemos productos con calidad que no sólo satisfagan las necesidades de nuestros usuarios si no que las superen. Y quitemos de nuestro vocabulario la frase “a prueba de bobos”.